Las autoridades de Alto Paraná frustraron el intento de fuga de al menos 9 detenidos que se encontraban recluidos en el calabozo de la Dirección Policial de Ciudad del Este, segunda urbe del país, que pretendían escapar a través de un boquete abierto en una de las celdas.
Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, el plan de fuga fue desbaratado por agentes de la Policía Nacional, en tanto que miembros de la policía allí destacados registraron un total de cuatro calabozos, entre ellos el que tenía el agujero.
Además, en otra de las celdas se incautaron de un teléfono móvil, perteneciente a uno de los internos. En las cuatro celdas registradas había un total de 31 presos.
El director policial de la ciudad, Jorge Fernández, dispuso tras el hallazgo la vigilancia de la celda con personal del Grupo Especial de Operaciones (GEO), y ordenó la reasignación de los presos que se encontraban en ella internos a otros calabozos, hasta que se repare la pared dañada.
Este suceso se produjo apenas diez días después de que dos miembros del grupo criminal brasileño Primer Comando Capital (PCC) se fugaran de la Agrupación Especializada de Asunción, un cuartel policial en el que están internos algunos de los reclusos considerados más peligrosos del país.
La fuga se saldó con la detención de 18 policías que trabajaban en el centro y se relevaron a autoridades del mismo. En octubre pasado la Policía frustró otros dos intentos de fuga de ese mismo centro, de uno de los jefes narcotraficantes de la organización criminal brasileña Comando Vermelho, Marcelo Pinheiro, alias Piloto, quien actualmente se encuentra recluido en Brasil tras ser expulsado de Paraguay.
La expulsión de Piloto se produjo después de que, en noviembre y dentro de la Agrupación Especializada, asesinara en su celda a una joven de 18 años que fue a visitarlo, presuntamente para un servicio sexual. El hecho continúa en proceso de investigación para deslindar responsabilidades.
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